La terapia con ketamina contra la depresión consiste en administrar dosis controladas de este anestésico disociativo (originalmente usado en cirugía como anestésico) para aliviar síntomas de depresión mayor, especialmente en pacientes que no responden a antidepresivos convencionales. A diferencia de estos medicamentos, cuyos efectos pueden tardar semanas en notarse, la ketamina actúa en pocas horas al promover cambios en la plasticidad sináptica, es decir, en la forma en que las neuronas se comunican.
Generalmente la ketamina se aplica por infusión intravenosa en entornos clínicos especializados, y aunque su eficacia es notable, sus efectos suelen ser temporales y pueden requerir múltiples sesiones para mantenerse, lo que implica riesgos como la disociación o el potencial de abuso. Sin embargo, un nuevo estudio revela una manera de prolongar su acción a través de la manipulación de esta vía molecular.
Recientemente, la atención de la cultura popular está girando nuevamente por los medicamentos psicodélicos. los medicamentos psicodélicos están más cerca de un uso medicinal y se observa un renovado interés mediático y médico en sustancias como el ácido (LSD), los hongos (psilocibina), el éxtasis (MDMA), la ayahuasca, la DMT (dimetiltriptamina) y la ketamina.
El Dr. Jerrold Rosenbaum, director del reciente Centro para la Neurociencia de los Psicodélicos en el Hospital General de Massachusetts y anterior psiquiatra jefe en MGH, explica que los psicodélicos provocan cambios temporales en el cerebro, lo que parece facilitar un reinicio y permite modificaciones en formas de sentir y pensar que estaban estancadas.
El reciente escrutinio sobre el consumo de drogas de Elon Musk ha reactivado el debate público sobre la ketamina, un potente anestésico con creciente popularidad en el tratamiento de la depresión resistente y otros trastornos de salud mental.
En 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó un derivado de la ketamina, la esketamina, en forma de aerosol nasal para el tratamiento de la depresión resistente. Sin embargo, el uso psiquiátrico de la ketamina en general carece de una regulación estricta, lo que ha llevado a su empleo «fuera de etiqueta para tratar la depresión, las ideas suicidas y el dolor crónico.
Si bien la ketamina presenta potencial de abuso, pudiendo generar dependencia física moderada o baja, o alta dependencia psicológica, los expertos la consideran un medicamento seguro cuando se administra bajo supervisión médica
El «renacimiento psicodélico» de Rodrigo Jarpa.
Relató una experiencia significativa con ketamina usada en terapia asistida para tratar condiciones como depresión resistente o ideación suicida. La sesión, de alrededor de una hora, le permitió experimentar la disolución del ego y una conexión profunda con algo mayor, describiéndola como «maravillosa».
A raíz de esto, se interesó en el «Renacimiento psicodélico» y en cómo estas terapias pueden fomentar la flexibilidad psicológica. Enfatizó que su experiencia no busca promover el consumo recreativo, sino resaltar el valor de la supervisión profesional en estos tratamientos.
Título: Impacto de los antidepresivos en el cerebro: Nuevas soluciones para la depresión
Bajada: Otro tratamiento innovador es el uso de ketamina, un anestésico que, en dosis bajas, ha mostrado resultados inmediatos en pacientes con depresión resistente.
Link: https://public.izimedia.io/viewNewsPr/PR&49D085BE7F3611EF897A0EB07535E017
Título: Cómo la psicoterapia asistida con ketamina cambió mi vida
Bajada: Ahora está disponible clínicamente, respaldada por impresionantes resultados de ensayos clínicos, que han demostrado su eficacia.
Link: https://www.newscientist.com/video/2422012-how-ketamine-assisted-psychotherapy-changed-my-life/