

Sobre la psicoterapia con esketamina
El ego en psicoterapia con esketamina
en la KAP
La KAP (Psicoterapia Asistida con Ketamina) es una modalidad terapéutica que integra el uso clínico de esketamina como facilitador de procesos psicológicos profundos, en un contexto seguro, estructurado y acompañado por profesionales de la salud mental. Aunque el modelo se denomina KAP por su origen histórico, en nuestro protocolo se emplea esketamina, cuya eficacia y seguridad han sido validadas en contextos clínicos para el tratamiento de cuadros resistentes.
Una premisa común subyace a la diversidad de propuestas que utilizan moléculas como THC, DMT, psilocibina, LSD, mescalina o (es)ketamina: los EMCIS ofrecen la posibilidad de intervenir en la arquitectura psíquica profunda, desestabilizando los sistemas rígidos con los que el ego interpreta su existencia y construye lo que llama “realidad”.
En este punto, es crucial admitir la noción de lo inconsciente. Porque muchas veces, aunque una persona sepa perfectamente por qué sufre —conozca sus patrones de autoabandono, la raíz de sus temores, su historia repetida—, eso no basta para cambiar. Saber no es suficiente. Comprender racionalmente no transforma. Lo inconsciente requiere otro tipo de intervención, una que no se dirija solo al yo reflexivo, sino a sus fundamentos.
Es aquí donde los EMCIS —y la esketamina en particular— muestran su potencia clínica. En dosis adecuadas, la esketamina altera la actividad de la Red Neuronal por Defecto (RND), una red cerebral asociada a la autorreferencia y la construcción narrativa del yo. Su desactivación parcial induce lo que llamamos ególisis, es decir, la disolución transitoria del ego. Este fenómeno permite que las narrativas rígidas sobre uno mismo —esas que definen lo que creemos ser— se relajen, se aflojen o incluso se desvanezcan por un instante.
Durante una sesión de KAP, esta disolución no es simplemente conceptual. Es vivida. El paciente puede experimentar, con intensidad corporal, emocional y simbólica, que lo que creía inamovible en su identidad es, en realidad, contingente. En muchos casos, incluso en personas sin creencias espirituales previas, emergen vivencias trascendentales, místicas o de profunda conexión.
No es necesario decidir si estas experiencias son imaginarias o reveladoras de una dimensión espiritual objetiva. Lo importante, desde la perspectiva clínica, es que muchas veces representan un punto de inflexión. Un “antes y después”.
Por eso, en la práctica de KAP, cada sesión de administración de esketamina va acompañada de sesiones de integración psicoterapéutica. En ellas no buscamos traducir lo vivido en conceptos, sino escuchar sus efectos, discernir qué se ha flexibilizado, qué nuevos movimientos psíquicos se habilitan y cómo esa apertura puede trasladarse a la vida cotidiana.
La sustancia cataliza. La experiencia sacude. Pero es en la elaboración subjetiva donde ocurre la transformación.
En Chile, la legislación sobre el uso de esketamina en tratamientos para patologías de salud mental está regulada bajo el marco general de la Ley N° 20.000, que regula las sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Su uso recreativo está prohibido.
La ley vigente permite su utilización con fines médicos y terapéuticos bajo prescripción médica adecuada, lo que incluye su uso en tratamientos psiquiátricos, donde la esketamina ha demostrado ser eficaz para reducir síntomas en pacientes que no responden a terapias convencionales. Sin embargo, su administración debe hacerse en un entorno estrictamente controlado y con la supervisión de profesionales de salud.

La Esketamina se ha consolidado como una opción terapéutica prometedora para la depresión resistente y otros trastornos psiquiátricos. Cientos de investigaciones y estudios científicos han sido realizados por diversas instituciones de prestigio internacional, demostrando consistentemente su alta seguridad y eficacia. A continuación, se presentan algunos de los estudios más relevantes:

Universidad de Harvard
En un ensayo clínico multicéntrico, Harvard y MGH compararon la eficacia de la ketamina intravenosa frente a la terapia electroconvulsiva (ECT) en adultos con depresión mayor resistente al tratamiento (sin síntomas psicóticos). Con una muestra de 403 pacientes (195 con ketamina, 208 con ECT), se observó una tasa de remisión del 55,4% con ketamina, superando significativamente al 41,2% logrado con ECT. Además de su mayor eficacia, la ketamina presentó un perfil de tolerancia superior, menor deterioro cognitivo y un efecto antidepresivo visible desde la primera semana.
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Universidad de Stanford
Este estudio retrospectivo examinó la efectividad de la ketamina intramuscular combinada con psicoterapia (KAP) en un entorno ambulatorio real. Participaron 235 pacientes con depresión mayor y ansiedad, sometidos a protocolos de mantenimiento prolongado. Más del 70% experimentó mejoras clínicas sostenidas, con baja tasa de abandono y escasos efectos adversos relevantes.
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Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
El MIT desarrolló un modelo predictivo con inteligencia artificial, llamado Personalized Advantage Index (PAI), para personalizar el tratamiento de la depresión resistente. Basado en datos de 238 pacientes, el modelo permitió predecir con alta precisión quiénes responderían mejor a terapia electroconvulsiva (ECT) o a psicoterapia asistida con ketamina (KAP). Los resultados mostraron que la ketamina era especialmente efectiva en pacientes con baja conectividad frontolímbica y alta evitación cognitiva, abriendo nuevas posibilidades para una psiquiatría más personalizada y eficaz.
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Universidad Johns Hopkins
Este estudio revisa el impacto clínico de terapias psicodélicas como la ketamina y la psilocibina, destacando un protocolo combinado de infusión de ketamina más psicoterapia estructurada (KAP) en 223 pacientes. Se observó una reducción significativa y sostenida de los síntomas depresivos, con mejores resultados que la administración de ketamina sin soporte terapéutico.
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Universidad de Columbia
Con una muestra de 78 pacientes, la ketamina mostró efectos terapéuticos positivos en funciones neurocognitivas un día después del tratamiento, especialmente en dominios relacionados con el riesgo de conducta suicida. Estos hallazgos sugieren que la ketamina podría ofrecer beneficios terapéuticos adicionales e independientes, más allá de la mejora del estado de ánimo, en pacientes deprimidos con alto riesgo suicida.
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Universidad de Yale
Este estudio investiga si el ejercicio aeróbico puede potenciar o prolongar los efectos antidepresivos de la ketamina en pacientes con depresión mayor. Se diseñó un ensayo clínico aleatorizado y controlado en el que un grupo recibió sólo ketamina y otro ketamina más un régimen estructurado de ejercicio. La hipótesis es que el ejercicio mejoraría la respuesta clínica y prolongaría el alivio sintomático. El resultado primario fue la reducción de los puntajes MADRS a las cuatro semanas.
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Universidad Johns Hopkins
En este estudio, 133 pacientes con depresión resistente recibieron una infusión de ketamina. A las 4 horas, se observó una reducción significativa de la ideación suicida, independiente de las mejoras en depresión y ansiedad. Los efectos sobre las ideas suicidas no se explican completamente por la mejoría anímica, lo que sugiere un efecto específico de la ketamina que merece mayor investigación.
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Esketamina: Historia y mecanismo de acción
La esketamina es un fármaco derivado de la ketamina, desarrollada en 1962 por Calvin Stevens como una alternativa segura a la fenciclidina. Aprobada por la FDA en 1970 como anestésico, la ketamina mostró rápidamente un perfil seguro y eficaz en entornos quirúrgicos. Con el tiempo, se identificaron dos formas moleculares: la esketamina (S-ketamina), más potente y con mejor tolerancia, y la arketamina (R-ketamina). Alemania autorizó el uso clínico de la esketamina en 1997, expandiéndose luego a varios países europeos. El renovado interés surgió en la década de 2010, cuando diversos estudios demostraron su rápido efecto antidepresivo. En 2019, la FDA aprobó formalmente la esketamina para el tratamiento de la depresión resistente, abriendo una nueva vía terapéutica en salud mental.
Su mecanismo de acción difiere del de los antidepresivos tradicionales. La esketamina bloquea los receptores NMDA, reduciendo la hiperexcitabilidad neuronal, y redirige la acción del glutamato hacia los receptores AMPA, lo que favorece la neuroplasticidad. Estimula la liberación del factor neurotrófico BDNF, esencial para reparar redes neuronales deterioradas por la depresión, y contribuye a reducir la inflamación cerebral y normalizar la respuesta al estrés. Este conjunto de efectos explica su rápida eficacia en cuadros depresivos graves, ansiosos y resistentes al tratamiento convencional.
Casos de éxito
Casos de éxito
